Entrevistas en el Hospital de la Caridad I

May 14, 2019 | Voluntariado | 0 Comentarios

Detrás de los acogidos del Hospital de la Caridad hay grandes historias y nuestro voluntario Jesús Montanero Romero, estudiante del Grado en Periodismo, se ha decidido a recoger algunas de ellas en el marco del Voluntariado Lector que estamos llevando a cabo este curso en colaboración con el Plan Integral para el Fomento de la Lectoescritura de la Universidad de Sevilla (PIFLUS). Aquí os dejamos la primera. ¡Que la disfrutéis!

Tiritas Creativas

 

MANUEL LUCAS ADAME

Manuel Lucas Adame

Manuel Lucas Adame

Manuel Lucas Adame es un escritor, pintor, guitarrista flamenco y cantante sevillano el cual ha publicado su primera novela titulada Bienvenidos a Tossabia en 2011. También cuenta con varias colecciones de cuadros de las cuales podemos destacar su exposición Gente en la Casa de la Provincia (Sevilla) en 2004, además de las que actualmente sigue trabajando. Es un placer tenerlo hoy aquí con nosotros.

 

¿Cómo surge Bienvenidos a Tossabia?

Bienvenidos a Tossabia surge de una idea quimérica que tuve cuando ocurrió el 15M que vi a los jóvenes con ganas de cambiar el mundo y dije: esta es la mía, aquí van mis ideas porque ellos son los únicos que pueden entenderlas. Intenté que las ideas que trato en él se generalicen: el ser humano frente a las nuevas tecnologías sobre todo.

Bienvenido a Tossabia Manuel Lucas Adame

Bienvenido a Tossabia Manuel Lucas Adame

Aparte de dicha obra, ¿ha publicado algo más?

No, no he publicado ninguna más. Aunque sí que tengo muchos poemas. Ah, bueno, también publiqué Cuentos para  niños en Estados Unidos.

Dibujo y escribo. Pero si se lo digo a la gente, no le menciono nada de esto. Tan solo le digo, “sí, trato de vivir ahí buscando”, porque, ¿has leído Shakespeare y los 7 pecados capitales de Fernando Díaz-Plaja? Habla de la idiosincrasia del español y eso sigue igual, no cambia: la envidia en sitios pequeños, la soberbia…

 

¿Había mucha diferencia a la hora de publicar entre España y Estados Unidos?

Sí, allí es más fácil; se apuesta por todo y además hay más trabajo. Yo me presenté con cincuenta personas de varias partes del mundo. Pero yo pensé: estas personas que están tan serias… Yo les voy a hacer reír. Y, como si fuese una broma, hice poemas cortos como si se tratasen de bromas y eso le encantó al editor porque, cuando fui a mi casa, me llamó por teléfono. Yo le pregunté qué le habían parecido y él me respondió entre risas que recordaba mis textos.

El humor me diferenció. Había entre aquellas cincuentas personas algunas muy literarias; yo nunca estudié literatura, tan solo hice bachillerato. Iba a estudiar literatura porque me encantan las historias y leer, yo era un lector empedernido. Era. Ahora me siento culpable cuando leo, porque debería estar pintando. Estoy realizando una exposición y quiero que vaya lo mejor posible.

 

¿Sobre qué va su exposición?

Tienes que verlo, no se puede explicar con palabras; es igual que Lorca. Tienes que verlo. Aún no me han confirmado ni fecha ni lugar de la exposición, pero tenemos pensado realizarla en mayo. Me gustaría llevar diez obras, pero por ahora solo llevo seis realizadas.

 

¿Si tuviese que elegir entre escribir o dibujar?

Es que yo lo he hecho todo, casi todo. El ridículo también lo he hecho, montones de veces. Mira, yo con diecisiete años cantaba muy bien y un vecino mío, Jorge Herrera, me enseñó a tocar la guitarra; también elegí el flamenco como género. En vez de estudiar, tocaba la guitarra. Suspendía muchas veces por eso. Para mi madre tocar la guitarra era un “golferío” porque llegaba tarde por estar tocando con mis amigos.

Yo tocaba en la Costa Brava porque era muy difícil ganar dinero, en Sevilla, en mis tiempos porque el flamenco siempre había sido una cosa marginal. Ahora no, ahora está en la cúspide junto al Jazz que ahora también está de moda. Por eso, yo tenía que buscar sitios donde pagasen por el flamenco y donde le diesen importancia, puesto que yo me dedicaba a ello. Y así llegué a Costa Brava.

 

De su experiencia en Estados Unidos, ¿con qué se quedaría?

No lo sabría decir. Es que Estados Unidos es una forma de vivir diferente a la nuestra. Nosotros vivimos más emocionalmente; allí la gente es muy lógica, proyectan mucho sus cosas. Estuve diez años en Estados Unidos y me vine porque mi madre me llamó un día y me dijo que quería verme antes de fallecer.

 

A la hora de dibujar, ¿lo hace a partir de la imaginación o hace retratos?

Niños Manuel Lucas Adame

Niños Manuel Lucas Adame

Ahora mismo solo imagino. Yo aquí no salgo, me imagino todo: las caras, la ropa…  En nueva Orleans me llevé cerca de ocho años haciendo retratos. Yo soy dibujante de corazón, la pintura me gusta y, además, para complementarlo, dibujo. Tengo montones de dibujo en montones de carpetas. Es difícil resumir mi vida en estos pocos minutos de conversación.

Cuando yo acepto algo, tiene que ser algo mágico. Si no todo entero, algo mágico que te atraiga. Porque una cosa así, plana… Es igual que los cantantes, que hay algunos que cantan muy bien pero no saben transmitir sentimientos. Pues con la pintura puede suceder igual.

 

¿Le ocurre mucho que a la hora de pintar tenga que volver a hacer la obra porque no le convence?

Hombre, ¿te acuerdas de la Capilla Sixtina, lo que hizo Miguel Ángel? Se fue a una taberna, a tomar un vaso de vino. Y le dice al tabernero que el vino estaba malo, y este lo prueba y le da la razón. Y entonces el tabernero raja el vino y este se derrama y hace pensar a Miguel Ángel. “¡Esto es lo que tengo que hacer! Si no vale, se destruye”, por lo menos en la película, que hay una película sobre ello. Disfruta uno tanto como creando, porque para crear hay que descubrir.

Si vas quedándote siempre con lo mismo, te vas quedando con una reminiscencia ahí que siempre eres el mismo. Hombre, destruir es un error de tiempo. Pero te tienes que amoldar, la solución es, como dice todo el mundo: borrón y cuenta nueva.

 

¿Qué referentes tiene que pueda mencionarnos?

Literarios tengo a Miguel Hernández, las Novelas Ejemplares de Cervantes, Fernando Pessoa… En cuanto a cuadros, Honoré Daumier,  tienen una fuerza sus cuadros… También me quedo de Estados Unidos con la música de Bob Dylan.

 

Por último, ¿ha llegado usted a grabar algún álbum?

Grabé uno con el director de la película Manuela, con Gonzalo García Pelayo porque él tenía antes una casa de discos, pero al final no publiqué el álbum siguiendo el consejo de una amiga americana. Pero no tengo las canciones guardadas que grabé para ese álbum.

En Estados Unidos me puse como nombre artístico Lucas de Sevilla y ejercí de cantante bajo dicho nombre.

 

Muchísimas gracias por compartir con nosotros sus interesantes vivencias, ha sido todo un placer.

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